Desde 1997, Bienestar e Integración Familiar IAP (BIFAM) ha desarrollado un modelo de intervención que combina alimentación, acompañamiento emocional, formación en valores y capacitación directa para fortalecer el tejido familiar en comunidades con altos niveles de vulnerabilidad en la Ciudad de México. Lo que comenzó como un proyecto de apoyo comunitario acotado se ha transformado, a lo largo de casi tres décadas, en una institución sólida y con resultados sostenidos, reconocida por su capacidad de atender necesidades múltiples de manera simultánea y estructurada.
Su misión es favorecer el desarrollo integral de las familias mexicanas mediante la formación en valores, capacidades y habilidades, a través del Comedor Infantil y el Centro de Ayuda Familiar. Este enfoque, que integra lo social, lo educativo y lo emocional, le ha permitido a la institución consolidar un impacto real en la vida cotidiana de sus beneficiarios. Actualmente atiende a más de 1,330 personas de 25 colonias de la Ciudad de México, lo que refleja una presencia territorial significativa y una demanda constante derivada de su trayectoria y credibilidad.
Uno de los elementos centrales de la operación de BIFAM es su Comedor Infantil, donde se sirven más de 41,500 comidas al año. Este servicio está diseñado específicamente para niñas, niños y adolescentes en edad de primaria y secundaria, quienes asisten principalmente antes o después de su jornada escolar. La alimentación es preparada bajo la supervisión de especialistas en nutrición que consideran las necesidades energéticas y de desarrollo de cada etapa de crecimiento.
La institución atiende diariamente a más de 160 menores, muchos de ellos provenientes de hogares donde el acceso a una comida balanceada no está garantizado. Para las familias, este servicio representa no solo un apoyo inmediato, sino una herramienta clave para asegurar continuidad escolar, estabilidad emocional y hábitos alimenticios más saludables.
A la par, el Centro de Ayuda Familiar funciona como el eje formativo y terapéutico de la institución. Cada año más de 900 personas participan en sus programas, distribuidos en tres turnos que permiten atender distintos horarios y dinámicas familiares. Este centro ofrece orientación familiar, escuela para padres, atención psicológica individual y familiar, logoterapia, terapia personal y de pareja, talleres de habilidades socioemocionales, prevención de adicciones, así como seminarios en desarrollo humano y superación personal.
La oferta educativa se extiende hacia actividades formativas y recreativas que buscan fortalecer capacidades cognitivas, expresivas y sociales. Entre ellas destacan arte terapia, clases de música, actividades para niñas y niños, cineclub para adolescentes, diplomado en Bioética y asesoría de imagen para jóvenes y adultos. Además, la institución mantiene programas permanentes para adultos mayores a través de su Club de la Tercera Edad, lo que fortalece el sentido de comunidad y permite que personas mayores cuenten con espacios de convivencia, aprendizaje y apoyo emocional.
A lo largo del año, la institución también entrega más de 270 despensas a las familias inscritas, un apoyo que contribuye directamente a aliviar la presión económica de hogares que enfrentan limitaciones constantes. Esta asistencia alimentaria complementaria permite garantizar que los menores no dependan únicamente del comedor escolar para satisfacer sus necesidades nutricionales.
La estrategia de BIFAM se sostiene en un enfoque preventivo orientado a reducir problemáticas estructurales que afectan de manera recurrente a comunidades vulnerables. Su trabajo se enfoca en prevenir la desnutrición, la violencia intrafamiliar, las adicciones, la deserción escolar, el embarazo en adolescentes, la situación de calle y la desintegración familiar. Cada programa está diseñado para intervenir antes de que estas situaciones puedan agravarse, lo que incrementa la eficacia de los esfuerzos y favorece entornos más estables.
La institución opera bajo seis valores rectores: espíritu de servicio, honestidad, responsabilidad, respeto, orden y fortaleza. Estos principios se integran en cada nivel de operación, desde la atención directa hasta la administración interna, permitiendo que las actividades mantengan coherencia, transparencia y claridad de propósito. La formación en valores no solo se imparte a los menores y a los padres, sino que también define la cultura organizacional de BIFAM.
Con un modelo de atención que ha probado ser funcional y sostenible a lo largo del tiempo, la visión de la institución es consolidarse como líder en programas replicables capaces de formar agentes de cambio dentro de sus propias comunidades. Esta perspectiva busca que, además de recibir apoyo, las familias desarrollen habilidades y herramientas que les permitan mejorar su calidad de vida a largo plazo.
BIFAM mantiene un programa de voluntariado abierto para quienes deseen contribuir a su labor, ya sea en la preparación y servicio de alimentos o en la impartición de talleres, clases o actividades formativas. La participación de voluntarios ha sido clave para ampliar la oferta educativa y reforzar el acompañamiento comunitario.
Las personas interesadas pueden establecer contacto a través del correo: bifam@prodigy.net.mx



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