Aquí Nadie se Rinde IAP, celebra 20 años de resistir con amor

A sus 8 años de edad, Izamar conoce y sabe más de hospitales, tratamientos oncológicos, medicamentos, enfermeras y doctores; que de juguetes, libros y diversión. La pequeña fue diagnosticada con cáncer, y su única salvación era un trasplante de médula ósea.

Después de tanto sufrimiento, y pocas posibilidades de sobrevivir, su mamá nunca perdió las esperanzas; le dijo a Dios, si es tu voluntad llévatela, yo, ya no puedo más, y ocurrió el milagro, limpia de toda secuela de cáncer, la niña fue trasplantada con éxito el 23 de agosto del 2024 y fue así que libró la enfermedad.

Todo lo anterior sucedió durante la celebración del vigésimo aniversario de Aquí Nadie se Rinde IAP en donde a Izamar y su mamá tocaron campana, es decir, que este hecho, marca la finalización exitosa de su tratamiento, celebrando la vida, la valentía y la esperanza, señalando el inicio de una nueva etapa hacia la recuperación.

A diferencia de otros festejos, el de Aquí Nadie se Rinde IAP, fue diferente, todos unidos y como en familia, recorrieron las instalaciones, vieron de cerca el trabajo que se hace con los usuarios, los familiares y todo el esfuerzo que se realizan para que miles de familias, tengan la esperanza de renacer.

En el acto, Rosalba Urquiza, directora de esta IAP, dio a conocer que, cada año alrededor de siete mil niños y niñas reciben un diagnostico por cáncer y se estima que un 54 por ciento no logra la supervivencia por las barreras en el acceso a la detección oportuna, la detección tardía, así como la falta de medicamentos y el acompañamiento integral.

“En Aquí Nadie se Rinde tenemos claro que no basta con tratar la enfermedad, hay que acompañar a la familia entera y hacer la diferencia en su vida, porque cuando un niño se enferma, también la mama, el papa y los hermanos atraviesan por el dolor, el miedo y las dudas”.

Nuestro compromiso, dijo Urquiza es sostener con programas de salud psicológicos, económicos, educativos y sociales a nuestros beneficiarios, que les permitan caminar con dignidad y resiliencia.  En estos 20 años, hemos visto el miedo convertirse en fortaleza y noches oscuras llenarse de luz, gracias a la solidaridad de nuestros aliados, puntualizó.

“Hoy no celebramos 20 años de existencia, festejamos 20 años de resistir con amor, de unirnos para vencer el dolor y de dar testimonio de que nadie se rinde cuando hay quienes sostienen la esperanza”, finalizó la directora de Aquí Nadie se Rinde IAP.

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