Desde hace más de dos décadas, Casa María Goretti IAP, perteneciente al sistema de Hogares Faustino Llamas, se ha convertido en uno de los principales refugios para niñas, adolescentes y jóvenes con discapacidad intelectual o del desarrollo que han sido víctimas de abandono, omisión de cuidados o maltrato.
La institución ofrece atención integral y un hogar permanente a mujeres de cero a 30 años que requieren cuidados especializados y un entorno seguro para su desarrollo.
Fundada en 1999 por el médico neurocirujano Dr. Faustino Llamas Ibarra, la casa surgió bajo un principio que marcaría su legado: “cuidarlas como si fueran hijas nuestras”. Desde entonces, la misión de la organización ha sido brindar un espacio de protección, educación, atención médica, terapias y acompañamiento emocional a quienes, por circunstancias familiares o legales, no pueden regresar a un entorno seguro.
Atención integral y un compromiso de por vida
Casa María Goretti funciona como una familia sustituta. Las residentes reciben alojamiento, alimentación, atención médica, terapia física y psicológica, educación especial, talleres artísticos, actividades recreativas y programas que fomentan la autonomía y la integración social.
De acuerdo con la institución, el objetivo es claro: formar mujeres autodeterminadas e independientes, con las habilidades necesarias para desenvolverse de manera digna en su vida adulta. La visión de Hogares Faustino Llamas es garantizar que ninguna mujer con discapacidad crezca sin cuidados adecuados ni oportunidades de desarrollo.
El modelo de atención está diseñado para ofrecer un acompañamiento estable y consciente. Muchas de las residentes permanecerán en la institución durante toda su vida, por lo que la organización trabaja bajo un enfoque de largo plazo que exige recursos constantes y personal especializado.
Un proyecto sostenido por la solidaridad
La operación de la casa representa un reto económico importante. Los gastos mensuales superan los $200,000 pesos, utilizados para cubrir alimentos, servicios básicos, medicamentos, consultas médicas, terapias de rehabilitación, transporte, mantenimiento y nómina del personal de cuidado.
Para sostener estas actividades, Casa María Goretti depende principalmente de donativos económicos, aportaciones en especie y la participación de voluntarios. A través de su programa “Cómo ayudar”, la institución invita a la comunidad a sumarse mediante:
- Donativos monetarios únicos o recurrentes.
- Apoyo con productos de higiene, alimento, ropa o material educativo.
- Servicios profesionales o voluntariado general.
- Participación en eventos de recaudación organizados por la asociación.
Además, como donataria autorizada, la institución puede emitir recibos deducibles de impuestos, lo que permite a particulares y empresas colaborar de manera formal y transparente.
El legado del Dr. Faustino Llamas
El fundador de la organización, fallecido en 2017, dedicó su vida a la medicina y a la formación de nuevas generaciones de profesionistas. Su compromiso social lo llevó a crear un sistema de casas-hogar especializado en el cuidado de mujeres vulnerables. Actualmente, Hogares Faustino Llamas atiende a más de un centenar de residentes en diversas casas dentro del estado.
Su visión continúa viva a través del trabajo de voluntarios, benefactores y del personal que diariamente acompaña a las jóvenes en sus procesos educativos, emocionales y terapéuticos.
Una causa que requiere continuidad
En un país donde miles de mujeres con discapacidad siguen siendo víctimas de discriminación, abandono o violencia, espacios como Casa María Goretti resultan esenciales. La institución representa una oportunidad de vida digna para niñas y jóvenes que, sin un apoyo especializado, enfrentarían un futuro incierto.
La casa reitera que cualquier ayuda (desde donativos modestos hasta aportaciones constantes) contribuye a garantizar que las residentes vivan en un ambiente seguro, respetuoso y esperanzador.



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