¡Alerta en la Infancia Digital!

En el marco del tradicional brindis navideño en las oficinas de comunicación del Opus Dei en México, una “Reunión de Expertos” se convirtió en un llamado de urgencia sobre la crisis del uso de pantallas y tecnología en niños, niñas y adolescentes. La presentación, basada en estudios y experiencias clínicas, detalló los profundos daños que la hiperestimulación digital está generando en el desarrollo cerebral, la salud física y mental de las nuevas generaciones.

Daño Cerebral y Retraso en el Desarrollo

La exposición excesiva a pantallas, caracterizada por luz, movimiento y sonido, está provocando una hiperestimulación que el cerebro interpreta como una señal de “regreso” a una fase de desarrollo similar a la del nacimiento, dificultando el desarrollo de la corteza prefrontal 11. Esta parte del cerebro es clave para la calma, la razón y la toma de decisiones.

  • Retraso en Hitos: Las asociaciones de pediatría han tenido que retrasar un año los hitos del desarrollo debido al impacto de las pantallas.
  • Neuroinflamación: La hiperestimulación puede inflamar el cerebro, causando migrañas intensas en niños de cinco y seis años, algo que adultos mayores nunca han experimentado.
  • Generación de Cristal: La falta de desarrollo correcto de la corteza prefrontal impide la poda neuronal necesaria en la adolescencia, dando como resultado una “generación de cristal” y adolescentes “totalmente enojados”.

Un caso impactante fue el de una niña que veía 10 horas al día pantallas con contenido de “movimiento impresionante” y “rapidez demasiado fuera de la realidad” (como Cocomelon). Esto le impedía desarrollar habilidades básicas como ver a los ojos o caminar correctamente, y fue erróneamente diagnosticada con autismo severo. Sin embargo, gracias a la neuroplasticidad cerebral, la niña logró retomar su desarrollo en cinco meses.

Impacto en la Salud Física y Mental

El uso de pantallas está dejando huella en la salud física y psicológica, con un alarmante aumento de casos en varias áreas:

Área de Salud Impacto y Cifras Clave
Pubertad Precoz Los centros de endocrinología han aumentado los casos en un 300% desde 2020, atribuido a la información visualizada y la alteración de la melatonina (neurotransmisor del sueño) por la luz azul. Se reportan casos de niñas de seis años con su primera menstruación.
Dolor Crónico El 86.9% de niños, niñas y adolescentes ya padece el “text neck” o dolor crónico de cuello.
Salud Mental Del 2010 al 2015, la ansiedad aumentó un 134%, la depresión un 106%, y el mal diagnóstico de TDAH y autismo (trastornos de moda) subió un 72%. Las tasas de autolesiones se triplicaron en ese mismo periodo.
Déficit de Atención Ver una notificación de celular hace que el cerebro tarde 20 minutos en retomar la atención completa. Se confunden problemas atencionales por pantallas con diagnósticos de TDAH.

La Pornografía, la Adicción y la Pérdida de Empatía

La dopamina, el neurotransmisor del placer, es clave en la adicción, y la pantalla es la “ladrona número uno” de la dopamina. Un video de TikTok o un clic de Instagram puede generar un placer hasta 300% mayor que un abrazo.

Ludopatía en Aumento: La sintomatología de ludopatía ya se encuentra en el 20% de niños de primaria, 50% a 60% de secundaria y 80% de preparatoria (hombres).

Riesgos de Abuso: La edad promedio del primer contacto con la pornografía en México es de seis a ocho años. El 40% del internet es pornografía. El 80% de jóvenes que consumen pornografía ejercen violencia a sus parejas sexuales.

Empatía Dormida: Las neuronas espejo (que nos permiten repetir lo que vemos y desarrollar empatía) no se están desarrollando correctamente, pues los niños tienen más relación con pantallas que con sus padres.

Recomendaciones de Uso

Los expertos señalaron que existe una dependencia y adicción “demasiado fuerte” en México. Las asociaciones de pediatría recomiendan:

  • 0 a 6 años: Cero tiempo de pantallas.
  • 6 a 12 años: Una hora de pantalla.
  • 13 a 16 años: Dos horas de pantalla.

Actualmente, la media de tiempo de pantalla es de 7.3 horas diarias para adolescentes y 4.3 horas diarias para niños de 6 a 12 años, lo que excede por mucho las recomendaciones.

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